Todo tiene un inicio, y el mío, es que quise empezar a escribir un blog para volcar todos estos pensamientos que siempre sobrevuelan mi cabeza, con la esperanza de que sean interesantes para compartir. A veces leo artículos, un anuncio por la calle, oigo alguna frase
mientras voy en el bus y mi día cambia, sonrío y cambia, o a menos
cuestiona mi perspectiva y quiero ser parte activa de ello. He conocido a gente últimamente que trabaja
en contagiar al mundo con una energía más positiva y creo que todos tenemos algo que dar. Hay una parte de nosotros que quiere darlo, es como si fuera un tesoro que no vale si te lo quedas para tí mismo, si crees que tienes un don, lo tienes para darte en él. Es como si se nos gritara: ¡se
necesita más positividad, más felicidad, más honestidad, más
ligereza!....y esa parte que tienes dentro se desborda si no sale, porque el mundo se lo pide a gritos. Y supongo que esta es mi manera de tratar de corresponder a
esa demanda.
Hoy me he dado cuenta que es muy importante demostrar el amor que tienes por quienes amas. Ellos lo sbaen, pero se crea algo especial cuando decides compartirlo, aún si no es visto por muchos, aún si no se toma del todo, en tí se genera algo cuando te das. Si puedes hacer que el mundo de alguien sea mejor al recibir una rosa,
dáles esa rosa, porque verás, tú no les estás dando una rosa, les estás dando tu amor.
El mundo se mueve más por energías invisibles: actitudes, gestos,
movimientos sutiles, miradas, posturas, pensamientos y nuestra manera de
sentir. Por eso, habla como si todos pudieran oír la verdad de tu corazón,
piensa como si todos tus pensamientos construyeran o detuvieran el amor,
siente como si tu corazón se llenase de plumas o de plomo con cada
respirar.
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